18 jun 2012

Pasamos y con eso nos quedamos

Primera parte: bostezo…¡Uyyyyyyy! Mi gato hace uy, uyuyuyuyuy. Bostezo… ¡Cuidado! Que se me quema la empanada (que lleva hoy más de uno). Llega el descanso. A los vestuarios. No pasa nada, nos queda la 2ª parte. Seguro que esto cambia.

Comienza la segunda parte: más de lo mismo. Tocar, sobar, pasar, amagar,… Todo aderezado de un “canguelo” generalizado que comienza a sobrevolar el estadio y cada rincón de nuestras casas con el paso de los minutos. Del Bosque…¿ha venido hoy? Otro que está con la empanada. Llorente, Negredo,… creo que en el Hotel juegan al mus, a la pocha o al cinquillo. Creo que el míster se equivoca de nuevo y tendría que haber sido más ambicioso. El tiempo pasa y Croacia, por lo menos, saca a la artillería. Nosotros de momento a verlas venir. Y viéndola… vimos a Casillas, como no, deteniendo el tiempo un segundo y el ritmo de nuestro corazones. Aviso. Cuidado que nos mandan a los corrales. El tiempo pasa. No sé si se me ha pasado rápido o se me está haciendo muy largo. Lo que si que sé es que quiero que esto se acabe ya, no vaya a ser que el cántaro, de camino a la fuente…

El cronómetro debora los minutos y se acerca la hora. Y en eso, el desenlace de la tragicomedia: un corner en contra, el miedo en el cuerpo, un penalti no visto (tragedia si ese árbitro-florero de área lo hubiese visto) y… ¡gol de España!. Éxtasis de alegría. Inspiro, expiro. A cuartos. Durante todo el partido estuvimos clasificados. Y me pregunto: ¿Por qué demonios sufrimos tanto?. Pues por eso, porque “semos diferentes”.


No tengo más que decir. Yo también gasté mi energía haciendo fuerza desde el “sillón-ball”.

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