4 jul 2010

¡Bárvaro España! Y ahora... a por los bávaros

¡Siiiiiiiiiii! Billete para semifinales. Ya estamos ahí… nos ha costado toda una historia de nuestro fútbol llegar, pero ahí estamos. Conunpar… de Bolas.
No ha sido fácil y menos lo va a ser a partir de ahora. Tocará sufrir pero… de eso ya tenemos experiencia en este Mundial ¿o no? Y ayer nos doctoramos en sufrimiento, porque el que no sufriera ayer… ¡que cojones tiene!

Fue otro partido en el que nos costó sacar todo lo que llevamos dentro. Faltó un poquito de fluidez ante un equipo, uno más, que salió encerradito desde el principio. Los paraguayos hicieron bien su trabajo y dispusieron de una oportunidad magnífica para adelantarse en el marcador. Fue el momento de Casillas (ese que algunos criticaban antes de comenzar el campeonato y al que ayer besaron el culo, con perdón. Ese Iker que nos recordó el “parapenaltis” de la Eurocopa y nos transportó a esa tanda de penaltis contra Italia para recordarnos que habría que sufrir, como entonces, para ganar el partido.

Pasamos de la desesperación y el terror del penalty en contra al júbilo por la parada y un posterior penalty a favor. Más alegría en tan pocos segundos imposible. Como es el fútbol, cúmulo de sensaciones sensacionales. Parecía que íbamos a ver la luz al final del túnel pero… la vimos fugazmente, porque marcamos y el árbitro lo mando repetir. Algunos seguro que aún lo estaban celebrando cuando Xabi Alonso tuvo que volver a coger el balón para lanzar otra vez. Los corazones, de nuevo, de la euforia a la incertidumbre, para luego dejar paso, otra vez, a la desilusión por el fallo. Vamos, que más contraste de emociones imposible. El que resistiera puede dar gracias de tener un corazón sano-sanísimo. A todo esto apareció por allí un árbitro al que le pareció que lanzásemos 3 penaltis seguidos era demasiado y nos birló una pena máxima clarísima…También apareció algún viejo fantasma al que no habíamos invitado a la fiesta… Tocaba sufrir y sufrir y volver a sufrir... Era la hora de los valientes.
Y entonces llegó ella: la pelota. Se convirtió en protagonista con esos sus efectos “endiablados” que dicen tener: jugadón de Iniesta que se la sirve en bandeja a Pedro que la estrella en el palo y el rechaze acaba en las botas de Villa, como no, y… al palo… y… al palo….y…¡Goooooooooooooooool de España! Gol de Villa… y de Vanessa, y de Juan y de María, y de Antonio,… Todos estábamos allí para empujarla, para empujarla al fondo de las mallas con todas nuestras fuerzas. Corazón: tic-tac-tic-tac….. ¡Pummmmmmmmmmmmm! Eclosión del sentimiento rojo, explosión de la marea roja en las calles, en los bares, en las casas,… Expresión máxima de un sentimiento, el tuyo y el mío: el NUESTRO.

Pasaporte para seguir soñando… No hagan ruido, por favor, porque ahora no es momento de despertarse. Sabemos que no hemos alcanzado el nivel de la pasada Eurocopa, pero sabemos que lo tenemos, que tenemos un as en la manga. Y es hora de sacarlo. Lo hemos reservado mucho en este Mundial y es hora de enseñarlo al mundo, de que sepan quienes somos y porque estamos ahí. PORQUE SOMOS LOS MEJORES. Y esta es la ocasión, una ocasión histórica para demostrarlo.

Y a nosotros nos va la marcha. Es la hora de enfrentarse a los grandes de verdad, a los favoritos “históricos” que siempre merodean estas eliminatorias, a esos que tenían el cartel de favorito desde la línea de salida pero de los que no queda ya casi nadie. Y nosotros estar, estamos. Es la hora de volver a dar la cara contra Alemania ¿recuerdan? Contra Alemania conseguimos el logro más importante de nuestro fútbol, pero aquello ya no sirve para nada a día de hoy. Hay que volver a jugársela contra ellos que aún estarán picados por aquella derrota. Y saldrán a muerte a por nosotros. Dicen que no son los mismos y que ahora juegan “al toque” como España. ¿Cómo España? Pues eso es lo que queremos, marcha, marcha, queremos marcha, marcha… porque al toque no nos gana nadie y no hay “quién nos los toque”. No queremos equipos ultradefensivos para jugar al frontón. Ya estamos cansados y aburridos. Queremos jugar al FUT-BOL (como diría aquel seleccionador de BA-LON-CES-TO que tantas alegría nos dió). Porque para eso hemos venido hasta aquí, y a a nosotros, los aficionados, el viaje se nos ha hecho largo-larguísimo y duro-durísimo. Muy duro: por Luis Enrique, por Eloy, por Cardeñosa, por Hierro, por Raúl, por Camacho, por Zubizarreta, por Butragueño, por Al-ghandur (o como se escriba), ¡por nosotros que siempre hemos estado ahí!

Sólo nos queda pedir 2 cosas: por un lado, un poco de suerte, porque aunque digan que la suerte es para los mediocres, como en la vida, la suerte es necesaria. Y, por otro, que tú estés ahí, con tu bandera, con tu cara pintada, con tu garganta afinada, porque… aunque ayer no te ví por la tele... se que estabas allí, en la grada, en el terreno de juego, con tu equipo, con tu alma, con tu furia,... con tu España. Tú has hecho historia. Te lo mereces. Gracias por acompañarnos en este viaje y... no te bajes todavía, que aún hay más. Aún nos quedan dos paradas para llegar a la meta.



Posdata: ¿Porque nos vacilan nuestros países rivales con las portadas de sus periódicos nacionales? ¿Lo harán también los alemanes? Que lo hagan, cuanto más nos pinchan más nos crecemos. Porque pa chulo, chulo, mi…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

COMENTARIOS