8 jul 2010

Y al final … LA FINAL

¡A la final! ¡ConunpardeBolas! ¡ConVeintitresparesdeBolas! ¡Con CuarentaisesismillonesdeparesdeBolas!

Ahora si. Ahora ya podemos decir: nosotros también jugamos finales de mundiales. Paso a paso, el camino nos ha llevado hasta aquí. Donde soñábamos antes de empezar. Donde creían algunos no llegaríamos jamás tras aquel partido contras Suiza ¿alguien se acuerda ahora? Claro que sí. Hay que recordarlo. Recordarlo para saber que empezamos este Mundial sufriendo y acabaremos, como no, sufriendo aún más. Las heridas de las batallas nos han hecho más fuertes y las cicatrices nos deben recordar lo que nos ha costado conquistarlas.

Soñábamos despiertos con la esperanza de llegar con una afición entregada desde el principio, de un país unido por eso que llaman fútbol, por ese color que llaman rojo. Un país donde el futbol ya no sólo es 11 vestidos de corto corriendo tras una pelota, sino un sentimiento y un orgullo de sentirse por y para siempre español.

Y que mejor manera de llegar a tu destino que hacerlo en “business”. En primera clase y contra Alemania (que por si alguien no lo sabe, ha disputado 13 semifinales). Para nosotros era nuevo estar aquí. Y demostramos al mundo quines somos, de donde venimos (de ser Campeones de Europa) y a donde vamos: a por nuestro primer Mundial.

Queríamos jugar contra los mejores y esa era Alemania: que si jugaba así o asao, que patatín que patatán… que juegan bien, superbien, maravillosamente bien… Que jugaban como España. Les faltó decir “casi como España”: España no hay más que una.

Ni la olieron. La verdad, es que el mundo mundial que ayer vió el partido, a excepción de los españoles, seguro que desde el minuto 1 del partido, por la disposición y ganas en el terreno de juego sabían que España iba a ganar si o si, por lo civil o lo criminal.
A nosotros los españoles, abonados este campeonato a sufrir, nos acompañó durante todo el partido un pequeño sentimiento de incertidumbre por el “por si”… Pero..¡coño! ¡Si lo estábamos viendo con nuestros propios ojos! Éramos superiores, éramos mejores, corríamos más, veíamos a su portero más que al nuestro (por cierto, vi más a Reina por la tele, grande Reina, saltando y mordiéndose hasta las uñas de los pies que a Casillas) tiki-taka por aquí, tiki-taka por allá,… Y aún así, el que más y el que menos…un poquito (o un muchito) acojonado ¿verdad? Sufridores natos. Que levante la mano el que no sufrió que no me lo creo… Así somos: “semos diferentes”. Y a mucha honra…

Y cuando ya no nos quedaban uñas, se nos había empezado a correr la pintura de la cara por el sudor y la tensión, a los que ya no nos salía ni aire de los pulmones para soplar la vuvuzela y se nos empezaba a revolver la cena en el estómago… entonces llegó el gol: ¿de corner y contra las torres alemanas? Si si. Con un par. Parece que Puyol voló empujado por todos los españoles. Él surcó el cielo y nosotros mirámos al cielo: Dios…¡iba de rojo! ¡¡Podemos!! ¡¡Claro que podemos!! Ya estábamos más cerca y entonces… ¡aún nos acojonamos más! Que cosas tiene el fútbol. Tan cerca,… tan lejos,… ¿Cuántos minutos faltan? Joder, como nos pone eso de sufrir. Y ellos, los que jugaban también, los que dicen se parecían a “Spanien”, nos bombardearon a colgar “melones” al área una y otra vez bajo el cielo sudáfricano. No había problema, si habíamos marcado en un córner… era pancomido ¿o no?

Y así fue. El arbitro pitó y… se acabó, o mejor dicho EMPEZÓ. Ahora si que ha empezado nuestra Final. Las eliminatorias antes llamadas por muchos “finales” eran octavos de final, cuartos de final y semifinal respectivamente. La Final, pues eso, para el final. No hemos ganado nada, aunque para nosotros los aficionados somos campeones pase lo que pase: campeones los que juegan... en el campo… y campeones los que jugamos… en la calle vestidos de rojo…

El fútbol dictará sentencia y proclamará un campeón que se llevará la Copa a su casa. Nosotros lo tenemos todo para serlo… Ojalá sea así.



Posdata: Te voy a decir una cosa a tí. Si a tí, al que mira para otro lado: mucho España, España, España, pero… ni bandera en el balcón, ni camiseta, ni cara pintada,… ni nada de nada. Es la hora de pintarlo todo de rojo ¿a que esperas? ¡JUNTOS PODREMOS!

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